Desde los tiempos más remotos, vivimos en una sociedad en la que parece que tener pareja es obligatorio. Para muchas personas es su fin último en la vida. Es cierto que es cómodo seguir un camino establecido: naces, creces, buscas pareja, te casas, tienes hijos y mueres. ¿Pero qué pasa si te quieres salir de ese caminito? ¿A caso no hay vida más allá de la pareja?
A estas preguntas mucha gente responderá que no pasa nada si no tienes pareja y, que por supuesto que hay más aspectos de su vida que son importantes. Sin embargo, para otras mucha les genera un gran sentimiento de fracaso o de soledad estar soltera.
¿Qué es el amor romántico?
¿Por qué pensamos así? La obsesión que tenemos por estar en pareja viene de ciertos estigmas o pautas que la sociedad nos va inculcando. Estas pautas son el modelo de amor romántico.
El amor romántico es un modelo sobre el amor que parece ser que todos y todas tenemos que seguir, cuando no es así. Porque quien no encaje en ese modelo se va a sentir inferior o incluso va a ser criticado/a. Se trata de un modelo que nos han ido inculcando a través de la cultura (llámese música, llámese, películas, literatura, etc.).
¡Ojo! No es lo mismo amor romántico que romanticismo. El amor romántico es este modelo del que ahora hablaremos y el romanticismo es cenar a la luz de las velas con tu pareja o que te regalen bombones el día de San Valentín. Que no sigas el modelo de amor romántico no tiene nada que ver con que seas una persona romántica o no.
Como iba diciendo, este modelo de romántico está plagado de mitos, los cuales debemos desmontar, dado que nos llevan a formar relaciones de pareja de manera muy poco sana.
Mitos del amor romántico
- La media naranja. La creencia de que hay alguien (una sola persona en todo el mundo) con la que estamos predestinados a estar. Ni estamos predestinados ni somos una mitad. Frases que recalcan este mito son: “me completa”, “estamos hechos el uno para el otro”, “es mi otra mitad”. Aquí somos todos y todas naranjas completas.
- El amor todo lo puede. Pues no, no todo se soluciona con amor. Por más que quieras a una persona hay cosas que el amor no cura. El amor no es como una varita mágica que lo soluciona todo. Es absurdo pensar que si hay amor de por medio se puede superar cualquier problema. Además, el amor no todo lo justifica; por ejemplo, el maltrato no está justificado por amar a alguien ni mucho menos.
- Ser el todo. Tus gustos serán los míos y los míos serán los tuyos (ej.: aunque no te guste hacer puzles, ahora te va a encantar hacer puzles porque estás conmigo), lo sabes todo de mí y yo de ti. El todo eres tú y es posible que compartas una parte de ese todo con la otra persona, pero no TODO.
- Quien bien te quiere te hará llorar. ¡NO! Si te quiere no te va a hacer llorar. Una cosa es discutir y hablar para solucionar o negociar algo y otra distinta es estar continuamente peleando sin llegar a soluciones y acuerdos. Enfadarte con tu pareja no es bonito. Este mito da por válido que nos hagan daño (“”“en nombre del amor”””) o que por estar enamoradas lo podemos perdonar todo,… ¡error!
- Sin ti no puedo vivir, sin ti no soy nada. Acaso, ¿desapareces tú cuando la otra persona se va? ¿te esfumas? Este tipo de mitos son los que hacen que luego las rupturas sean tremendamente dolorosas.
- Los celos son una prueba de amor. Los celos no son buenos, puesto que generan angustia. Es verdad que es una emoción muy, muy compleja y que muchas veces no lo podemos evitar. Y ¿por qué es tan compleja? Porque es un miedo irracional a perder a la persona que queremos y al final los celos no dejan de ser inseguridades y miedos propios, atención, propios; tiene poco que ver con lo que nuestra pareja hace o deja de hacer.
- El sexo es la base de la relación. Cierto es que una vida sexual satisfactoria es bueno para el desarrollo de una relación. Pero ni estar enamorado garantiza que tengas relaciones asombrosamente buenas, ni tener buen sexo significa que la relación va sobre ruedas. Hay muchos más factores que influyen.
- El amor es sacrificio. Tener la idea de que una relación supone entrega total es un error porque te va a llevar a renunciar a aspectos que te gustan o amas por la pareja. Ej.: voy a renunciar a salir con mis amigas por ti. El amor nunca debe restar, el amor suma, es para crecer.
Estos mitos contribuyen a que desarrollemos relaciones tóxicas, es decir, relaciones de dependencia emocional y, por consiguiente, romper una relación de dependencia va a ser mucho más difícil y doloroso. Así pues, dejemos de vernos como mitades en la soltería, dejemos de renunciar a cosas que amamos en nuestras vidas por alguien a quien amamos, se puede compatibilizar; respiremos a gusto cuando echamos de menos a quien queremos y dejemos de ver las discusiones y los celos como crecimiento de la pareja, dado que son pasitos para atrás y, las relaciones de pareja son para dar pasitos hacia delante. La pareja está para crecer.
Por UPAD Psicología y Coaching