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6 estrategias sencillas que nos pueden ayudar a mejorar en los estudios

Aprender es una de las actividades más placenteras que podemos tener a nuestro alcance. Sin embargo, en muchas ocasiones, nuestra forma de adquirir nuevos conocimientos no es todo lo productiva que nos gustaría. En el presente artículo, trataremos de abordar una serie de estrategias que nos pueden ayudar a que nuestra capacidad de aprendizaje para el estudio sea más eficiente. Os presentamos algunas estrategias que se pueden llevar a cabo como método para mejorar nuestra forma de estudiar.

6 claves para rendir más en los estudios

1. Dejar el móvil fuera de nuestro alcance

El teléfono móvil es una fuente de distracción muy grande, y puede interferir a la hora de estar completamente concentrados en las tareas académicas.  Algunas personas optan simplemente por silenciar el celular, permitiéndoles con ello no distraerse al escuchar las diversas notificaciones que les van llegando. Desde mi punto de vista, este segundo enfoque no nos va a ayudar a que nuestro estudio sea más eficiente, pues, aunque tengas el móvil en silencio, siempre puedes tener la tentación o impulso de utilizarlo para comprobar las notificaciones que te han llegado, o consultar cualquiera de las múltiples aplicaciones que en la actualidad te ofrecen los teléfonos móviles.

2. Rutinas horarias

Si nos levantamos pronto a estudiar, es recomendable tener una hora fija a la que nos vayamos a dormir. Así, conseguiremos crear un hábito estable que nos permita respetar las horas de sueño necesarias para rendir por la mañana. Aunque las horas de sueño que son necesarias para un buen descanso varían bastante entre individuos, muchos médicos recomiendan dormir entre 7 y 9 horas para conseguir estar preparado para rendir por la mañana.

3. Cuidar el descanso

Se recomienda hacer descansos adecuados a nuestra capacidad de focalizar nuestra atención durante un largo periodo de tiempo (atención sostenida o concentración), y a la dificultad de la materia. Si nuestra capacidad para atender a estímulos durante un periodo de tiempo extenso es baja y si la dificultad o la complejidad de la asignatura es alta, sería recomendable hacer descansos un poco más extensos y que el periodo de estudio entre descansos sea menor.

4. Evitar distracciones

Son muchas las pequeñas acciones que podemos abordar para evitar distraernos con otros estímulos. Por ejemplo, si estudiamos con el ordenador, podemos cerrar las pestañas que estén abiertas y que estén relacionadas con nuestros gustos e intereses, evitando vernos tentados a poder consultarlas en algún momento. Otra estrategia que nos puede ayudar a estar plenamente focalizados en la tarea es tener en nuestra mesa de estudio, solamente el material que vayamos a necesitar para llevarla a cabo.

5. Más no es mejor

Para que nuestro estudio sea eficiente, si en algún momento nos notamos cansados, es preferible tomarse un tiempo de descanso para reponer fuerzas y volver con más energía que tratar de seguir por inercia. Si intentamos acabar la tarea, aunque estemos cansados, nuestros resultados serán peores y haremos peor las tareas en comparación a si estuviésemos descansados.

6. Autoconocimiento

Es recomendable conocer cuándo rendimos mejor, si por las mañanas, por las tardes o por las noches. Hay muchas personas que tienen alterados los patrones de sueño y se dan cuenta que rinden mucho mejor por la noche que por la mañana o por la tarde. Estas personas refieren que por la noche se encuentran con más energía, tienen mayor capacidad de concentración y se pueden enfocar más en la tarea.

Estas estrategias sencillas y otras muchas más que se encuentran al alcance de nuestra mano, pueden contribuir a que desarrollemos nuestros estudios con mayores garantías de aprendizaje.

Por Jaime San Juán Uhagon

@sanjujaime

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