Muchas personas tienen la idea preconcebida de que una buena relación de pareja “cae del cielo”, que simplemente surge esa chispa y que, si tienes que esforzarte en mantenerla encendida, es que no es una relación de las buenas de verdad. Pero esto no puede estar más lejos de la realidad, especialmente si hablamos de parejas de largo recorrido.
Lo cierto es que cuanto más tiempo llevemos con nuestra pareja, más esfuerzo vamos a tener que hacer para que siga siendo estimulante y placentero estar el uno con el otro. Ya lo dice el dicho “lo poco gusta, y lo mucho cansa”, así que a medida que pasen los años, vamos a tener que luchar contra esta máxima.
Para que te resulte un poco más fácil semejante reto, en este artículo vamos a hablar de esos hábitos que harán de tu relación de pareja una relación más satisfactoria. ¡Toma nota!
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4 hábitos que te ayudarán a cuidar tu relación de pareja
1. Se cuidadoso con tus palabras
La crítica es un ataque directo al comportamiento o al carácter de alguien. Cuando criticamos estamos expresando una acusación o un juicio de valor contra la otra persona en lugar de hablar sobre un hecho concreto y es común que este no sea bien recibido porque es sencillo tomárselo como algo personal. Este tipo de críticas en la pareja suena más o menos así “¡Eres un guarro, nunca me ayudas a limpiar!” en lugar de así “Me siento frustrada cuando tengo que hacerlo todo sola.” Cuando usamos la primera fórmula, normalmente la persona se sentirá atacada y a la defensiva. Como te puedes imaginar, esto no ayuda en nada al bienestar de la relación. Se que es difícil no criticar jamás a tu pareja y esto sucederá en algún momento u otro, pero mientras vas entrenando en cómo decir las cosas un poco mejor, un buen truco es utilizar las frases donde el sujeto es “yo” en vez de “tú”. De nuevo un ejemplo, en lugar de decir “Siempre estás hablando de ti mismo y no te interesa lo que me pasa a mí, eres un egocéntrico”, puedes decir “No me siento tenida en cuenta en nuestras conversaciones, ¿podríamos hablar también de cómo ha sido mi día?”, en lugar de expresar un ataque estaríamos expresando una necesidad personal sin atacar al otro.
2. Apreciar en lugar de despreciar
Creo que todos estaremos de acuerdo en que despreciar, es incluso peor que criticar. El desprecio es una forma dañina de comunicación que trata de atacar la autoestima de la otra persona a través de insultos, humor de mal gusto, lenguaje corporal hostil o usando el sarcasmo. Una relación despectiva se caracteriza a menudo por hacer bromas que faltan el respeto a la otra persona sobre rasgos de su forma de ser o su apariencia, a sus espaldas o a la cara. Comentarios invalidantes como decir “Ya estás otra vez en modo drama-queen” cuando tu pareja está expresando cómo se siente, sería una forma de desprecio y huelga decir que, este tipo de comportamientos son veneno para la relación. El antídoto contra esto sería justo lo contrario, cultivar el cariño y la admiración a través de la apreciación de lo que es el otro para nosotros o las cosas que hace que son importantes para nosotros. Por ejemplo, en lugar de decir “Otra vez no has sacado la ropa de la lavadora, no se para qué te digo nada, eres un vago.”, puedes reformularlo en “Entiendo que también ha sido un día largo para ti, pero ¿podrías intentar acordarte de sacar la ropa los días que llego tarde de trabajar? Te lo agradecería mucho”. Suena bastante mejor, ¿verdad?
3. Asumir la responsabilidad en lugar de estar a la defensiva
Decimos que alguien está a la defensiva cuando una persona responde a un conflicto negando su parte de la responsabilidad del problema y culpando únicamente al otro. La actitud defensiva suele incluir frases como: “¡No es mi culpa!”, “Siempre tengo la culpa yo, claro.”, “¡eso es mentira!”, “¿y lo que tú hiciste el otro día qué?”. Es importante puntualizar que en las relaciones de pareja no hay culpables, no estamos en la Edad Media y esto no es la Inquisición… en los problemas de pareja en todo caso, debemos hablar de responsabilidades. Cuando una pareja está a la defensiva, lo único que consiguen es seguir discutiendo en un bucle sin solución, ya que ambos sienten que han sido acusados injustamente de algo. De nuevo el antídoto para salir de ese bucle, sería aceptar la responsabilidad individual que tengamos en el conflicto y trabajar conjuntamente en encontrar una solución con la que ambos se sientan bien tratados. Por ejemplo, en lugar de decir “¡Siempre llegamos tarde porque tardas 3 años en arreglarte!”, puedes decir “Me gusta llegar puntual a los sitios, ¿puedo ayudarte para que puedas arreglarte a tiempo?”.
4. Intenta calmarte primero
En una relación de larga duración los conflictos van a suceder sí o sí y en algún momento nos vamos a enfadar. Y no pasa nada, el enfado es una emoción necesaria como todas las demás y tenemos derecho a enfadarnos, lo que no podemos hacer es agredir ni verbalmente ni de ninguna otra manera. Entonces, antes de reaccionar, debemos ser conscientes de que el enfado es una emoción pasajera y según la ciencia, el primer momento fuerte del enfado dura 20 minutos. Si sientes que te está superando la emoción, comunícaselo a tu pareja y ve a un lugar tranquilo a calmarte para evitar explotar. Tómate 20 minutos y mientras tanto puedes hacer respiraciones, distraerte, ir a dar un paseo, etc. Seguro que cuando vuelves, puedes tener una conversación más calmada sin caer tan fácilmente en alguno de los puntos anteriores y tu pareja y tu relación te lo agradecerán.
Seguro que lo has oído a menudo, las relaciones son como una planta que hay que regar y cuidar para que lleguen a estar bonitas y crezcan fuertes y sanas. En cualquier caso, tratar a nuestra pareja con más paciencia, aprecio y cariño solo puede traernos cosas buenas, ¿no crees?
Por Lucía Rubín
Referencias bibliográficas
- Potegal, M. (2010). The temporal dynamics of anger: Phenomena, processes, and perplexities. International handbook of anger: Constituent and concomitant biological, psychological, and social processes, 385-401.
- Vazhappilly, J. J., & Reyes, M. E. S. (2018). Efficacy of emotion-focused couples communication program for enhancing couples’ communication and marital satisfaction among distressed partners. Journal of Contemporary Psychotherapy, 48, 79-88.