La semana pasada se produjeron las semifinales de la UEFA Champions League de fútbol entre el Liverpool y el Barcelona. Aparentaba ser un partido de trámite entre estos dos equipos debido al resultado abultado de la ida (un 3-0 a favor del FC Barcelona). Sin embargo, el Liverpool acabó doblegando al equipo de Valverde, y no solo en lo táctico, sino que acabo remontando para lograr el pase a la final de la competición. Situación muy parecida vivió el año pasado el Barcelona tras quedar eliminado por la Roma en el partido de vuelta tras haber ganado 4-1 en el partido de ida.
El factor psicológico en el fútbol
¿Qué es lo que puede pasar para que dos años seguidos acabes quedándote fuera de la competición ante equipos a los que habías superado en el partido con un amplio margen de ventaja en el partido de ida?
A nivel táctico, expertos podrían analizar el porqué de esta remontada, el juego del Liverpool, o el juego del Barcelona… Pero a nivel psicológico también hay mucho de que hablar, ya que tiene una gran parte de influencia en el resultado.
Centrándonos en el partido de fútbol contra el Liverpool y sin ver el partido, es fácil pensar que el FC Barcelona se ha confiado. Acomodados por el resultado de la ida, es normal pensar que se han dejado llevar. Es cierto que esto es posible que ocurra, pero en un equipo de élite, después de haber sufrido el mismo varapalo al año anterior, es difícil entender. En todo caso, tenemos una variable psicológica que podría explicar tal remontada: el exceso de confianza. En relación a esta variable, se podría actuar a través de los niveles de activación. En el deporte, y en especial en el fútbol, es común ver a equipos pequeños poniendo en apuros a equipos grandes. Sin restar méritos a los pequeños (cuyo nivel de activación debido a su motivación, por enfrentarse a un grande, suele ser mayor), el nivel de activación de equipos grandes en partidos que pueden parecer de trámite o fáciles de resolver puede llegar a ser inferior a lo que se necesita para rendir óptimamente. Por lo que tendríamos otra variable psicológica: niveles de activación.
Pero la gota que colma el vaso y el culmen que refleja la importancia de los aspectos psicológicos en el deporte (en este caso en el fútbol), es el último gol del Liverpool. Este gol fue tras sacar un córner rápido, un jugador que no tenía que sacar, pillar despistados a los jugadores del Barcelona, y rematar el balón en el área pequeña. En primer lugar, hay que destacar la picardía y la espontaneidad de los jugadores del Liverpool. Pero atendiendo a la otra cara de la moneda, es difícil entender que un equipo de élite como el Barcelona tenga estos errores de concentración, última variable psicológica que justo determinó el pase a la final del equipo dirigido por Klopp.
Pero afortunadamente, la importancia de las variables psicológicas (que se pueden entrenar) también pueden ir en positivo y ayudarte a ganar un partido de fútbol como ha sido en el caso del Liverpool: niveles de activación óptimos, concentración para aprovechar despistes del rival, y sobre todo, tener la confianza de que sea cual sea el resultado, se puede.
Por Jesús Castillo.