Asociados, el deporte y los jóvenes pueden construir un increíble camino hacia el disfrute, el aprendizaje y el crecimiento personal. Sin embargo, para muchos jóvenes deportistas, lo que empieza como una pasión con mucha ilusión puede rápidamente convertirse en una fuente de estrés debido a las crecientes expectativas. Padres, entrenadores, compañeros de equipo e, incluso, las redes sociales generan un ambiente donde el rendimiento se pone por delante del disfrute. Si bien es cierto que la presión puede ser motivadora, mal gestionada puede derivar a problemas como la ansiedad, “burnout” (estado de agotamiento físico, emocional y mental) y desamor por el deporte. El reto que se presenta entonces es cómo se puede ayudar a los jóvenes a desarrollar la resiliencia mientras siguen disfrutando del deporte. ¿Cómo pueden mantener su pasión sin sentirse inundados por demandas externas?
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Fuentes de presión en jóvenes deportistas
Como siempre cuando se quiere solucionar o cambiar algo, lo primero que hay que hacer es identificar de dónde viene la presión. Algunas de las más comunes son:
Expectativas de los padres y de los entrenadores
Los padres creen motivar a sus hijos ya que así se les presentarán oportunidades para becas o carreras profesionales. Los entrenadores exigen el mejor rendimiento haciendo que los jóvenes sientan que tienen que estar siempre en el más alto nivel. Todo lo anterior puede hacer sentir al deportista que lo que está haciendo es más un trabajo profesional que una actividad divertida.
Comparaciones con el resto
Los deportistas, a menudo, se comparan con sus compañeros de equipo, rivales o, incluso, “influencers” de las redes sociales. Una mala gestión de dichas comparaciones desencadena una serie de dudas sobre ellos mismos y hace que su objetivo sea ser mejor que los demás y no mejorar sus propias capacidades y habilidades.
Miedo al fracaso y a las críticas
Errar forma parte del deporte y los jóvenes, además, temen decepcionar a otros o que les critiquen. Hoy en día, con las redes sociales, los errores pueden aparentar ser más graves de lo que realmente son.
El impacto de la presión en su desarrollo
Efectos psicológicos
La presión puede entrar muy fácilmente en la cabeza de los jóvenes deportistas y propagarse rápidamente. De esta forma no es raro ver cómo sienten ansiedad y estrés por el miedo a fracasar. Puede disminuir su autoestima y la confianza que tienen sobre sus propias capacidades tras las críticas e, incluso, también se puede observar cómo, poco a poco, su motivación va menguando a la par que su interés por seguir practicando el deporte.
Efectos físicos
El cansancio debido al estrés hace que los jóvenes pierdan la energía que tenían y, en casos más severos, pueden sentirse en situación de “burnout”. Tampoco hay que olvidar que la presión mental puede conllevar una tensión física que aumenta la probabilidad de lesionarse.
¿Cómo promover el disfrute por encima del rendimiento?
El éxito en el deporte no se mide sólo con la cantidad de trofeos ganados. Se trata de progresar, trabajar en equipo y aprender de los errores. Promover el esfuerzo y la perseverancia puede ayudar a los jóvenes a mantenerse motivados.
Técnicas para los jóvenes deportistas
Practicar el mindfulness puede ayudarles a centrarse en el momento presente. Esto facilita la reducción del estrés y un aumento de la concentración. Además, añadir metas y objetivos basados en el aprendizaje permite centrarse en mejorar habilidades como el trabajo en equipo o la coordinación en lugar de poner el foco en ganar.
El rol de los padres y entrenadores
Reconocer el trabajo duro de quienes practican el deporte, no sólo las victorias, fomenta que se establezca un ambiente donde predomine el esfuerzo por encima del resultado. Los errores deben verse como oportunidades de aprender y no como fracasos. Tanto padres como entrenadores han de procurar que así sea.
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Ejemplos prácticos: el enfoque “¿por qué empezaste a jugar?”
A veces, los jóvenes deportistas necesitan que se les recuerde por qué les gusta el deporte que ejercen.
Actividad: Reflexionar y volver a conectar
Es importante animar a los deportistas a pensar: ¿Por qué he empezado a hacer este deporte?; ¿Qué momentos me han llenado de alegría?; ¿Qué es lo que más me gusta de mi deporte, aparte de ganar?
Practicar esta actividad ayuda a los jóvenes a volver a conectar con su motivación inicial y esto ayuda a disminuir la sensación de presión e, incluso, puede reavivar la pasión que originalmente tuvieron.
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El deporte debería ser una fuente de disfrute, alegría, crecimiento y confianza. Si bien es cierto que la presión intrínsecamente forma parte del deporte, no debe hacer sombra a las ganas de jugar. Cambiando el foco de atención de “resultados” a “desarrollo personal”, los jóvenes deportistas (y los no tan jóvenes) disfrutan más.
Me gustaría terminar con una cita que, a mi parecer, resume a la perfección el mensaje que busco compartir con este artículo:
“El verdadero éxito en el deporte no sólo viene tras la victoria, mientras disfrutes lo que haces el éxito está asegurado”.
Por David Bouaziz Arreo