Abrimos una nueva sección dentro de nuestro blog llamada «Basado en casos reales» donde os iremos contando historias de personas que han llevado a cabo procesos de desarrollo personal y profesional con nuestros psicólogos de la UPAD.
Hoy os relatamos una historia de superación personal en el mundo de la música.
Basado en casos reales: miedo escénico
María G. llegó a nuestra consulta tras un largo periplo por varios “profesionales”, especialistas en psicoterapias diversas. Comentaba que tenía dificultades para enfrentarse a pruebas de naturaleza evaluativa, en las que se ponían a prueba sus destrezas como guitarrista.
Lo que parecía tratarse de un clásico caso de miedo escénico, pronto se reveló como una historia de baja confianza personal, mezclada con un alto nivel de autoexigencia infundamentada, basada en su historia personal pasada.
Desde bien joven, había convivido con una situación familiar complicada, en la que sus padres habían dejado patentes sus diferencias en modo de divorcio y sus hermanas mostraban sus discrepancias personales con cierta frecuencia.
El camino a recorrer por María, tenía que transcurrir por la senda de la liberación de sus creencias erróneas y de todos aquellos pensamientos que lastraban su desarrollo como guitarrista.
Poco a poco, fue tomando consciencia de la forma en que ella misma boicoteaba sus actuaciones. Como dedicaba grandes niveles de energía a culpar al mundo de sus problemas y dificultades, prestando ingentes cantidades de atención a aquellos elementos que le distraían a la hora de conseguir sus objetivos.
Trabajó a conciencia sus limitaciones, se comprometió con los objetivos marcados y fue superando, una a una las dificultades que se le fueron presentando, hasta alcanzar su meta. El miedo escénico quedó atrás.
Finalmente, aún dudando de su mérito personal en toda esta historia de superación, continuó su camino de manera independiente, siendo consciente en un mayor grado de sus estrategias y recursos, para hacer frente a las dificultades, que toda actividad de rendimiento llevan asociadas.
Por Carlos Rey