¿Por qué existen los Centros de Alto Rendimiento en los eSports? Los eSports o deportes electrónicos, se han instalado en nuestra sociedad para quedarse. Algunos no los entienden y otros los critican, pero pese a ello no hacen más que ganar adeptos, por lo que no nos podemos quedar sin conocer algo más sobre este mundo.
Entre los eSports, podemos encontrar entre los más jugados y competidos el League of Legends, el Crash Royale, el FIFA, el Fornite o el longevo Counter Strike, siendo la mayoría de ellos cooperativos (por equipos) y online, es decir, se pueden practicar por cualquiera que disponga de un equipo e internet, desde su propia casa. De esta forma, no resulta necesario disponer de un determinado ambiente físico específico como por ejemplo para la práctica del atletismo, el baloncesto o cualquier otro tipo de deporte convencional, entonces ¿por qué no paran de abrirse Centros de Alto Rendimiento (CAR) para los eSports?
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Entrenamientos en plenas condiciones
La mayoría de “Gamers” (jugadores) locales invierten miles de horas en mejorar su técnica o su táctica de juego, pero no siempre realizando su esfuerzo en las mejores condiciones posibles. Los CAR, en primer lugar, mejoran la calidad del entrenamiento a través de la mejora de la calidad de las condiciones de vida y entrenamiento. Para ello cuidan el ambiente de los entrenamientos, las rutinas de vida de los jugadores, la forma de afrontar el propio entrenamiento…
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¿Centro de Alto Rendimiento o Centro de Optimización Psicológica?
Quizás pueda parecer exagerado, pero en los deportes electrónicos, vemos claro que las habilidades físicas, tales como la fuerza, aceleración, etc. más allá de un requisito mínimo, no son apenas relevantes. Por lo tanto, estos deportes son un ejemplo idóneo de deportes en los que priman las diferencias en términos de habilidades mentales. Pese a ello y aunque pueda parecer contradictorio, para conseguir unas habilidades mentales superiores, es fundamental entre otras cosas mantener un cuerpo sano (“Mens sana in corpore sano” como rezaban las Sátiras de juvenal de los antiguos romanos), y allí es donde marcan la diferencia los CAR de los eSports. Entre sus bondades, cuentan con gimnasios, pistas de pádel y otro topo de salas para ejercitarse, así como con una dieta saludable para los jugadores, con el curioso fin de equilibrar la parte mental, a través del cuidado de lo físico. La salud física es un claro factor de salud psicológica.
Además, como es lógico se buscan otras claves de salud psicológica, como llevar un estilo de vida equilibrado, en el que los elementos estresores son controlados, además de la optimización del entrenamiento de habilidades psicológicas básicas para la salud mental (resiliencia, autocontrol, autoconfianza…).
Haciendo referencia al concepto gestaltico de que “el todo es más que la suma de las partes”.
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El trabajo en equipo, fundamental para el rendimiento deportivo
Otro aspecto que se trabaja en los CAR de eSports, es la parte que afecta al funcionamiento del equipo y es quizá la que más justifique el uso de los CAR en los eSports. Nos encontramos con un ámbito deportivo que, pese a jugarse por conjuntos, se práctica habitualmente a distancia, por lo que el único momento que comparten los gamers es el momento de la competición. Reunir al equipo supone en sí mismo una mejora categórica para el juego por varios motivos:
- En primer lugar, se genera cohesión de equipo y con ello sus respectivas implicaciones positivas para el rendimiento grupal. Favorece el compromiso de los jugadores, su motivación e incluso mejora la salud del juego a través de la sociabilidad, puesto que el juego deja de ser meramente individual, para pasar a ser un deporte colectivo, en donde pueden ejercer influencia en el resto de sus compañeros, a través del liderazgo y como consecuencia de ello, se forman vínculos afectivos de mayor impacto entre los jugadores.
- En segundo lugar, mejora la comunicación. Los jugadores pasan a poder comentar las estrategias, los aciertos y los errores en tiempo real, pudiendo reflexionar entre ellos o expresar de forma más natural sus pareceres. Pasan de verse por pantallas o audios a conocerse profundamente, a verse las caras y no solo a través de texto o audio. Se obtiene un feedback de mayor calidad.
- En tercer lugar, en consonancia con los puntos anteriores, la estructura del equipo adquiere mayores niveles de madurez, estableciéndose relaciones profesionales más profundas; aparecen líderes especializados, más adecuados para diferentes situaciones, favoreciendo que las ayudas entre ellos respondan mejor a las necesidades reales del otro. Además, al fortalecerse los vínculos personales, se conceden apoyos que van más allá el juego, y para rematar, los profesionales
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El CAR como garantía de rendimiento
Como hemos podido valorar, un CAR es un lugar idóneo, tanto para conseguir que los jugadores estén estupendamente preparados para el momento de la competición, como para formar equipos que marquen la diferencia. No obstante, lo que hace que sea un CAR es precisamente eso, la gran red de profesionales que trabajan allí y que hacen posible toda esa atmosfera de excelencia. Un CAR ante todo, es el lugar de garantías para desarrollarse como gamer.
En los eSports destaca como novedosa frente a los entrenadores, preparadores o psicólogos, la figura del analista. Gracias a que la actividad se desarrolle en las pantallas, todo queda registrado, con lo que el analista puede estudiar todos los patrones de juego y brindar al equipo, una información milimétrica, que sirve de gran ayuda para mejorar cualquier tipo de acción o estrategia. Resulta un claro ejemplo de la importancia que tienen los profesionales, cuyos esfuerzos son incomparables lejos de un CAR.
Al final, un CAR es un concepto sencillo, pero no por ello sustituible, ya que aportan elementos clave para la optimización del rendimiento, difícilmente conseguibles de otra forma:
CAR= Profesionales especialistas + Rutina adecuada + Equipo
Por Jorge López Bernad