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Sin la mente no se gana

La mente, una palabra que está en boca de todos, sobre todo estos últimos años, y que, sin embargo, la mayoría no saben el valor que puede llegar a tener en todos los aspectos de nuestra vida.

En el caso del deporte, es la clave para ganar y, aunque pueda parecer algo bastante exagerado, no se aleja de la realidad. Para ganar se debe tener ciertas cualidades a nivel físico y que eso conlleve a superar a tu rival, eso sin duda, pero ¿qué pasaría si nuestro estado mental no está en sintonía con uno mismo durante la competición? ¿ganaríamos aun así? ¿perderíamos? ¿Pero por qué?

¿Cómo entrenar una mente ganadora?

Siempre que realizamos cualquier deporte se llega a la sensación de que hay una mejora a nivel mental, psicológico. Pero pocas veces ponemos en práctica el proceso contrario en el que, trabajando nuestra mentalidad podemos obtener un mejor rendimiento. Cierto es que en los deportes individuales la fortaleza mental es más determinante a la hora de poder obtener mejores resultados como por ejemplo en el tenis, natación, atletismo entre otros.

Al igual que uno entrena a nivel físico para poder tener un rendimiento óptimo se debería entrenar a su vez la mentalidad. El entrenar la mente no se basa en hablar acerca de lo que uno quiere llegar a conseguir si no es el prepararse a nivel psicológico para poder hacerlo. Se deben cambiar pensamientos y ponerlo en marcha en momentos donde tu mente te va a poner a prueba ya que no es lo mismo durante una simulación o entrenamiento que en el momento del partido o competición.

Claves para entrenar una mente ganadora

A pesar de que se piense en primera instancia que es sencillo, hay varios puntos clave que pueden guiarte para realizar ese entrenamiento de la mente:

  • Grado de compromiso: el buscar cualquier meta dentro del deporte que realices con el que establecer tu compromiso es fundamental. A partir de aquí se tiene una visión de lo que uno quiere llegar a conseguir y de esta forma se puede saber qué dirección tomar. Tener una razón de peso que te haga querer mejorar dentro del deporte es algo de suma importancia.
  • Aptitud mental: Se relaciona con una actitud positiva, así como persistente en las metas que te has impuesto. Se debe de estar mentalmente preparado para poner en marcha esas acciones que me van a acercar a mi objetivo.
  • Confianza: la confianza en el rendimiento va fluctuando en función de tu calidad de preparación y de cuanto creas en tu capacidad para lograr lo que quieres. La confianza aumenta cuando uno cree en su propio potencial, así como en la capacidad para poder superar cualquier dificultad que tengas. En el caso de los deportes colectivos es importante la confianza  que se tenga con tus compañeros, así como con quienes trabajas como el entrenador.

Es evidente que nadie comienza con una confianza plena en sus capacidades, sino que van surgiendo a medida que uno va progresando e incluso en momentos donde uno fracasa. El hecho de tener ideas negativas acerca de la capacidad de uno provoca una disminución de la confianza y como consecuencia que tu rendimiento se vea afectado, pero no porque tu capacidad de repente haya bajado sino porque las dudas que uno tiene al final interfieren con la capacidad de atención durante el deporte que genera un mal rendimiento.

  • Control de las distracciones: Es la capacidad de mantener la concentración en el objetivo para mantener la calidad de la actuación, a pesar de las posibles distracciones que pueda haber. Las distracciones pueden venir tanto desde fuera a través de cualquier seguidor, tu rival o tu propio entrenador como desde uno mismo mediante pensamientos intrusivos, miedo que tengo, dudas o preocupaciones. Este control es importante en momentos en los cuales hay mucha presión o tensión pues es dónde solemos flaquear y cuando somos más vulnerables de todas esas distracciones.
  • Aprendizaje continuo: es necesario saber que constantemente estamos aprendiendo, puesto que nunca vamos a saber todo. Por ello todos los acontecimientos que vivimos debemos analizarlos y de ellos sacar conclusiones, así como nuevos conocimientos. De cada partido, por ejemplo, uno puede haber aprendido un nuevo pase que mejora el rendimiento del equipo o ha observado un control del balón en su rival que no conocía. Siempre se aprende algo que desconocíamos, sobre todo cuando fallamos pues es un aviso de que algo podemos mejorar y todavía no sabemos cómo. Es por eso que se hace mucho hincapié en frases como “se aprenden más de los errores que de los éxitos”
  • Control emocional: El deporte es un cúmulo de emociones, tanto positivas como negativas. Pero un descontrol en cualquiera de los casos puede llevar al deportista del éxito al fracaso. Por ello, el saber equilibrar las emociones que uno siente genera mayor concentración en el juego y tener mayor claridad de ideas en tu mente.

Todo esto son simplemente una pequeña parte de la gran cantidad de claves que son importantes para entrenar tu mente.

El deporte se asocia solo con un buen manejo de tus capacidades físicas y no está mal encaminado, pero le falta una pieza fundamental que es la mente. Sin esta lo otro queda totalmente desarticulado, sin funcionamiento, como un coche sin motor. Mente y cuerpo deben de estar en sintonía si uno quiere llegar a tener alto rendimiento dentro del mundo deportivo.

Con una buena mentalidad se consigue que una persona con menos capacidad que su contrincante pueda conseguir el triunfo. No hay que olvidar que la mente es más poderosa de lo que pensamos.

Por Lucía Ruíz

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