¿Te ha pasado alguna vez, que te quieres poner a leer un libro, pero no pasan ni cinco minutos y tienes que coger el teléfono, ya sea para mirar los mails, algún whatsapp o la última publicación de Instagram? Lo dejas, porque quieres leer ese libro pero, al poco tiempo, ahí estás otra vez, con el móvil en la mano en redes sociales y pasando una historia y otra y otra… y cuando te quieres dar cuenta, llevas una hora con la vista pegada al móvil. ¿Y el libro? Ya mejor otro día. ¿Acaso ya no tenemos capacidad para concentrarnos en una sola cosa?
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Estamos perdiendo la capacidad de concentrarnos por periodos largos de tiempo
Si solo fuese eso, no sería un problema tan preocupante, pero no sólo estamos perdiendo la capacidad de concentrarnos en una sola cosa por culpa de la tecnología y las redes sociales, sino que además, estamos perdiendo literalmente capacidad cognitiva. En un estudio de la Universidad de Carnegie Mellon realizado a 136 estudiantes, comprobaron que los que realizaban una tarea y eran interrumpidos por mensajes en su teléfono móvil, hacían la tarea un 20% peor que aquellos que no tenían ninguna distracción. Ahora imagina esa pérdida cognitiva en todas las tareas que haces durante todo el día. Digamos, que, haces todo un 20% peor de lo que lo podrías hacer según tu capacidad. Impresiona, ¿no?
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Nuestro cerebro no puede procesar tanta información a la vez
Y es que esto ocurre porque nuestro cerebro no está preparado para procesar la cantidad ingente de información que nos llega cada día a través de nuestro móvil, y mucho menos a la vez que hacemos otra tarea. Literalmente, le estamos atiborrando a noticias, posts, emails, vídeos, mensajes… hasta que acabamos empachados, con la diferencia de que en vez del estómago, es el cerebro y lo que sentimos es ansiedad, estrés. Y vaya, más malas noticias, puesto que entramos en un círculo vicioso de pérdida de atención, ya que el estrés y el cansancio también son factores que alteran nuestra capacidad para concentrarnos.
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¿Qué podemos hacer para mejorar nuestra capacidad de atención?
Pero, ¿qué podemos hacer para frenar esto? Quizá hayas oído o leído, que meditar puede ayudar, y sin duda es una buena herramienta para mejorar nuestra atención, probada científicamente; ¿o quizá sería mejor establecer unas horas concretas para conectarnos?, ¿o qué tal pasar un fin de semana offline? Pues lo cierto es que la respuesta no es tan sencilla, y si bien estas medidas pueden ayudar a corto y medio plazo, a largo plazo recuperar nuestra atención a niveles pre redes sociales, parece difícil.
Según el ingeniero de Google, James Williams, no sería del todo correcto echarnos a nosotros mismos toda la culpa de por qué cada vez nos es más difícil concentrarnos, puesto que el asunto empieza a dejar de ser un problema individual y está comenzando a serlo de manera sistémica. La tecnología nos está robando la atención incluso en momentos que no podemos evitarlo, a menos que te vayas a vivir a una cueva perdida en el monte. Vayas donde vayas hay pantallas, anuncios, gente con teléfonos móviles que si te has perdido algo, te lo cuenta. Es casi imposible escapar de este “tsunami” de sobre información.
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Entender las redes sociales es fundamental para ser conscientes de por qué nos cuesta tanto desconectar
¿Te parece exagerado? El modelo de negocio de las redes sociales trata exclusivamente de captar nuestra atención, la cual usa como moneda de cambio y esto no lo consigue por casualidad, sino empleando una serie de mecanismos que están perfectamente diseñados para conseguirla y lo más peligroso, para manipularla. Han desarrollado un algoritmo que ha conseguido hackear nuestro cerebro, en concreto, nuestro sistema de recompensa. Y es por eso que te es tan difícil soltar el teléfono móvil, aunque quieras.
El problema está empezando a ser tan grave, que según el ex empleado de Google Tristan Harris, si no conseguimos a nivel de sociedad, cambiar la manera en la que trabajan las redes sociales con nuestra atención, estamos abocados al desastre como colectivo, puesto que estamos perdiendo la capacidad de pensar de forma autónoma y lo peor de todo, es que no nos estamos dando cuenta. Llegar a cambiar esto parece complicado pero no imposible, por ejemplo en Francia, un grupo de trabajadores ya ganó un pleito contra su empresa reivindicando su “derecho a desconectar”.
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A pesar del algoritmo, siempre hay algo que podemos hacer para recuperar el control en cierta medida
Aunque todo lo expuesto aquí puede sonar algo pesimista, el primer paso para cambiar algo siempre es ser consciente de ello primero, y darse cuenta de que la problemática va más allá de lo que podamos hacer a título personal y a partir de ahí, sí, podemos tomar medidas individuales e intentar recuperar el control de nuestra atención en la forma que nos sea posible, pero siendo conscientes de que el problema va mucho más allá de lo que podamos hacer nosotros mismos.
Por Lucía Rubín
Referencias bibliográficas
- Marotta, V., & Acquisti, A. (2017). Online distractions, website blockers, and economic productivity: A randomized field experiment. Preliminary Draft.
- McDavid, Jodi (2020) «The Social Dilemma,» Journal of Religion & Film: Vol. 24: Iss. 1, Article 22.